Abrazo al viento y a destiempo,
descubro en mis despojos tempestades
que anoche son falacias y hoy verdades
de sueños que jamás entiendo.
Rezuma a borbotones la apatía,
que apenas ha quemado el subconsciente
los sueños maltratados que en mi mente
prohibieron compartir tus alegrías.
Y encumbran tus errores mis fracasos
haciéndome dejar en destemplanza
aquellas cicatrices que no alcanzan
a no querer sanar sino en tus brazos.
Mas sólo una sonrisa aliviaría
la pena que en silencio turba mi alma
que no permite el sueño que esté en calma
la lucha entre el suspiro y la apatía.
Dedícame esta noche carcajada
de antaño que aún florece entre tus labios
que otrora suspiraban besos sabios
y que ahora yace en el suelo olvidada.
Regálame al menos un esbozo
que pueda despertar tu comisura
y así volver por fin la compostura
que pueda reparar este destrozo.
La sonrisa es gratis, regálala.
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