SOLA

Vive rodeada de personas que a su lado inventan cada noche madrugadas de botellas y sexo a cualquier precio. No pasa ni un minuto sola y pese a ello así se siente.
Su alma se desgasta pocoa apoco, atormentada por una sensación que nadie sabe aceptar y a veces rompe a llorar en el silencio de su habitación, que parece empezar a convertirse en su único refugio.
Sin embargo, al llegar de nuevo los días de fin de semana, vuelve a caer en el error que, paso a paso, está deshaciendo su moral, volviéndola frágil, sola rodeada de gente, inapreciable, insegura y triste.
Se sabe prescindible y pese a todo, lucha cada día y consume cada uno de sus quejosos alientos por demostrar una valía en entredicho, incomprendida por aquellos que se hacen llamar amigos. Y se siente sola, pero no es su soledad pasajera, temporal o condicionada.
Decide entonces, con el paso del tiempo desprenderse de todo aquello que le era perjudicial y ahora, recostada en una cama llena sólo de malos recuerdos, se debate entre sentirse sola o estarlo.... ¿qué decidirías tú?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estar sola es lo más fácil.
Aprender a no sentirse sola es lo que hace que luego no nos humndamos en la mierda, a pesar de caer, a veces, en redes no deseadas.