El botellódromo y la hipocresía

En las pasadas vacaciones de Semana Santa estuuve en Jaén y el primer sábado que pasé allí se celebraba la llamada "Fiesta de la primavera", es decir, que se acondiciona un espacio de grandes dimensiones para que cada cual se lleve lo que quiera y se monte su propia fiesta. Resultado: cuatro comas etílicos y cientos de jóvenes emborrachados.
No deja de ser curioso que a la vez que se prohibe el consumo de alcohol en la calle se incentive su consumo en este tipo de fiestas. Pero claro está, lo que sea necesario por conseguir votos.
Pero lo más grave de esto es que el Ayuntamiento se gastó más de 140.000 € en dicha fiesta; dinero de todos los contribuyentes que no creo que vieran con buenos ojos ese gasto, cuando hay cosas bastante más importantes en las que invertir.
Me parece bastante hipócrita la actitud de algunos ayuntamientos que primero aplican la ley y luego acondicionan "botellódromos". Eso no es solución, sino quitarse de enmedio los problemas. Pero así nos va... y así nos irá

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