Quiero tener un hijo

Sin duda, una de las frases más pronunciadas entre las parejas. Hasta ese punto, todo normal. Pero el problema aparece cuando ese hijo tan querido y tan deseado aparece en escena. Una vez parido es cuando esa pareja empieza a pensar en lo que eso conlleva... Y, por desgracia, muchos llegan a creer que no son más que un problema.Tener un hijo es algo más que dar rienda suelta al instinto maternal o más bien diría deseo maternal. Y digo deseo porque en muchas ocasiones no es más que eso, un deseo de ser madre para sentirse realizada como mujer o, peor aún, un deseo paternal por... "tener algo mío", como afirman algunos.Así, una vez que el tan querido y deseado hijo deja de ser un juguete de Playschool, deja de ser un muñequito que llora y mancha pañales, es cuando muchos padres se dan cuenta de que algo no va bien en sus vidas... y, claro, hay que recuperar el tiempo perdido, así que, sin dudarlo, deciden que con 13 o 14 años tienen edad suficiente como para que ellos se vayan de casa y dejarlos sólos en casa... para a la vuelta del viaje escandalizarse porque su niñito o niñita ha organizado una fiesta o ha perdido la virginidad con un desconocido en su propia cama...Pero, es más, y es peor aún... Los hay quien tienen los hijos para tenerlos eternamente en guarderías para, cuando por fin llegan las vacaciones, mandarlos a un campamento escolar mientras ellos se van al Caribe.No contentos con eso, ya hay padres que dejan a los niños en el colegio hasta las 9 de la noche... ¿qué vida pueden tener esos niños?. Así ocurre que, cuando ese niñito o niñita tan jovial llega a los 18 años hecho un rebelde, los padres se preguntan por qué su hijito no les quiere, por qué no les hace caso cuando le echan una regañina....Tener un hijo no es un juego, y, ante todo, si una pareja desea tener un hijo, antes debería plantearse qué tipo de vida están dispuestos a ofrecerle.

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