Explicaciones

¿Cuántas veces habremos escuchado la expresión "no tengo por qué darte explicaciones"? Seguro que unas cuantas. Vivimos en el mundo del egocentrismo, del pensar única y exclusivamente en nosotros mismos sin importarnos las consecuencias que pueda tener para los demás lo que hagamos o dejemos de hacer. Poco importa si nuestras actitudes pueden molestar a otras personas que incluso nos atrevemos a llamar amigos; siempre estaremos por encima nosotros mismos y a quien no le guste que no mire.
Queremos pasar por la vida haciendo lo que nos venga en gana y no aceptamos críticas de nadie, y nisiquiera somos capaces en muchas ocasiones de reconocer que a veces tenemos que claudicar y dar explicaciones de nuestros actos pues pueden haber afectado a terceros. ¡Cuántas amistades se habrán roto por el egoísmo!
Eso sí, luego que no nos lo hagan a nosotros....

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